Uno se puede acostumbrar a perder? Uno puede realmente no entender que es lo que se juega al momento de salir a la cancha? Da la impresión, que los jugadores de River no entienden, no solo donde están sino en que circunstancias están donde están. No había revancha después de este partido, si se asciende, recién en Octubre se cruzarían nuevamente. No importó y dejaron pasar la oportunidad de cambiar la imagen que dejaron en Chaco.
Anoche se jugó el segundo superclásico del año y el resultado fue el mismo, ganó el conjunto Xeneixe sin despeinarse, sin quererlo, atacó una vez , convirtió y terminó el partido. Tan simple como eso, River fue un manojo de centros sin destino, jugadores sin sorpresa, que parece se acostumbraron a la mala, y no se sienten capaces, o no lo son, como en algunos casos de transformar esas situaciones difíciles en coraje para afrontar este tipo de partidos.
El encuentro se define en una frase trillada pero que le viene al pelo a este clásico, River no pudo y Boca no quiso. Tan simple como eso. Boca no quiso jugar nunca, se defendió de la mejor manera, organizado y dejó en claro que se podía jugar tantas horas como Nadal y Djokovic que el conjunto Millonario no iba a convertir.
Se cambiaron nombres, pero más allá de mejorar en la derecha del equipo, no fue solución de nada, un centro un cabezaso y el clásico tuvo dueño.
Queda pensar como afrontará la segunda mitad del campeonato Nacional B el conjunto de Almeyda, si podrá motivar con pensamiento ganador a estos jugadores que cualidades no les faltan, pero que aún late muy tenue su costado izquierdo en la camiseta.